Siempre sospeche que aquella mirada ocultaba algo,tal vez dolor,añoranza,o simplemente deseo perdido en el tiempo.Un deseo condenado a olvidarse.
En la habitación oscura,solamente existía una tenue claridad filtrada a través de la ventana.Allí descansaba sobre su mecedora hasta que el sol escondía su rostro,solo entonces alzaba su majestuoso y anciano cuerpo para retirarse a su estancia.
Aquella sala estaba llena de misterios,plagada de viejas leyendas que se colaban entre los libros y que parecían hacer sonar solas las usadas teclas del piano,dominante y esbelto, para embellecer la lúgubre habitación.
Cuando el eco del viento en el acantilado callaba,el susurro del crepitar de la leña se iba apoderando del escenario.Mientras en el jardín,las hojas secas parecían desprenderse de los arboles como lágrimas que resbalan de unos bellos ojos.
Todo estaba calmado,fuera ni tan si quiera se escuchaba el aullido de los perros ,dentro silencio.Me acerque lentamente a la ventana y cerrar las viejas cortinas.Otra vez la oscuridad que contrastaba con el brillo de las sombras del fuego encendido,parecía querer escaparse y caminar a su antojo por la casa hasta reducirla a viejas cenizas.
La noche había llegado,las nubes despejaron el cielo y a lo lejos una estrella fugaz se desprende rápida pero lentamente del cielo.Rueda.¿a donde va?¿a donde ira?Su camino errante encontrar un fin,quizás hasta la vieja caracola guardada por Neptuno bajo el fondo del mar.
Cerré la puerta de mi dormitorio.De nuevo solo se escucha silencio,y a lo lejos un llanto seco,amargo ,el llanto de un anciano que evitaba la vida y sin embargo estaba anclado a ella.
Poco a poco esos ecos de llanto van cesando,y llega la calma de todas las noches,misteriosas y oscuras en la casa frente al mar, sobre el abrupto acantilado.
Lentamente llegaba el amanecer,parece que l tiempo se para.Nunca he visto un paisaje tan hermoso.El sol despertando poco a poco,alumbrando tenuemente con sus rayos las tibias aguas de un mar sereno,las sirenas huyen a esconderse y en el cielo anaranjado las gaviotas vuelan al despertar entre las nubes.
Salí de la alcoba,la leve brisa se colaba sin permiso al interior de la casa.Huele a mar,la puerta estaba abierta.Supe que el abuelo,como cada mañana salia a pasear junto a la casa.,como cada mañana.
Me lo imaginaba caminando de forma pausada,lenta,arrastrando el cansancio del peso de la vida por el borde al acantilado.
Pero no lograba adivinar que es lo que pasaba por su cabeza al mirar de forma perdida al mar,admirando tanta belleza desde el precipicio.
¿una nuevas palabras?¿una nueva historia?¿tal vez una vieja leyenda?....
De nuevo reanudo su camino confundiéndose entre las sombras perdidas y el susurro de sus pasos junto a los arboles.
Unos trabajos maravillosos, cada o en su estilo. Me ha encantado leer algo bonito y profundo esta mañana.
ResponderEliminarSé que siempre digo lo mismo, pero la entrada es maravillosa
ResponderEliminar