Siempre me ha gustado el verano por sus largos días de sol, por sus calurosas
tardes al fresco, por sus atardeceres de oro
cuando los rayos del ocaso se
tumban sobre los campos.
A menudo si cierro los ojos me llega el
aroma de los veranos de mi niñez, de los paseos junto al mar, de los días de
playa…esos aromas que ahora percibo de
adulta junto a mis hijas y mi marido.
Como me ha gustado siempre el verano,
cargado de planes, de ilusiones, de largos paseos, de sueños por cumplir,…que bonitos recuerdos.
Sin embargo este verano
esta siendo con diferencia uno de los más tristes y más duros de mi vida y muy distinto. Sí que está lleno de
muchas sensaciones, de muchos aromas y de muchos colores, pero casi todos de ellos
son oscuros, grises, y de esos de los
que no quieres guardarlos porque cada vez que afloran a mi mente me hacen
sentir triste y llena de dolor.
Este verano Un día de agosto amaneció nublado
para mi alma y para mi coraza, porque a la luz de mi vida, a la luz que
cada mañana alumbra mi día, a mi marido le han detectado
un tumor y ha comenzado para nosotros
una dura y dolorosa carrera de fondo que
hay intentar ganar sea como sea y
en la que no hemos hecho más que
empezar.
La mayoría de mis días de verano se han visto empañados
por la niebla de la incertidumbre, del dolor, de la tristeza, del miedo a enfrentarnos a lo
desconocido de una dura enfermedad. He pasado muchas noches en vela acompañada
solamente por el dolor del pensamiento ,
abandonada de la mano olvidada de las musas que en su lugar han dado paso a un insomnio cargado lágrimas que han inundado mis ojos,
mi alma, mi vida entera que hasta ahora
estaba llena de sonrisas, de
alegría y de felicidad.
Ahora mis recuerdos del verano están llenos de noches de hospital ,como
la de hoy, de tristeza y de temor, porque me detengo demasiado en el
pensamiento y tengo miedo.Reconozco que
estoy asustada porque no quiero perder
lo más bonito de mi vida, lo más dulce ,lo más delicioso porque desde que
nuestros caminos se encontraron he
sabido que él es lo mejor de mi vida. A su lado siento tanta felicidad, tanta
alegría ,hasta el aire me sobra para poder respirar porque respiro con cada uno
de los poros de su piel, sus besos de sus abrazos, de sus caricias.me da tanto y
me colma con tanto amor y cariño que es muy duro pensar y saber por todo por lo
que está pasando.
Y es que el amor duele,el amor siempre
duele cuando eres feliz y cuando no,cuando es un amor platónico o cuando no es
correspondido y duele,duele muchísimo cuando eres feliz,amas y te sientes amado
por la otra persona porque notas el
dolor de ella en tu propia existencia.
Y
le necesito,necesito a mi marido,a cada poro de su piel ,a cada aliento de su
respiración,Necesito seguir viéndome reflejada en sus ojos,y sentirme
acariciada por la sonrisa de sus labios,que me arrope su dulce mirada y
fundirme dentro de sus brazos cada noche
para poder conciliar el sueño.
Quiero
y necesito muchos días de mi vida
junto a el,pasear juntos de la mano cuando seamos abuelitos,de esos que se sientan en el parque
a ver pasar las horas… y a discutir y
refunfuñar por manías tontas .Necesito tanto de él ….. necesito luchar contra
el tiempo y contra la enfermedad,le necesito a mi lado para que los cuerdos de
nuestra vida sigan siendo felices,sigan teniendo esos colores dorados al
atardecer y el eco del viento nos devuelva sonrisas y alegría,esa alegría que
este verano pasado ha quedado difuminada entre las nubes de dolorosa niebla
llena tristeza-.
Y sé que tenemos que luchar y
enfrentarnos al dolor para vencer , para seguir siendo tan felices como lo hemos
sido hasta ahora, y aunque a veces nos encontremos con piedras en el
camino que no podemos saltar y que tengamos que rodear no m pienso rendir
porque necesito su aire para poder
respirar, él es mi vida y sé que seguirá siendo muchísimo tiempo más,
porque no me pienso rendir,porque no voy
a perder y pienso llenar nuestro veranos de rayos de luz, de colores de verano
dorados y de azul.